“ ... Venezuela necesita romper, hacer estallar esa camisa de fuerza que representa el estado Gomecista, creando un nuevo estado el estado comunero....”[1]
Luego de perder desde hace bastante tiempo la trayectoria y estar en el limbo, Venezuela, su pueblo, los mas necesitados y hasta sus élites, conciente o no, incluso por intereses distintos, andamos en la obtención, de un nuevo orden y una nueva sociedad, seguro como lo estoy de que la divina providencia nos ha de transmitir la energía necesaria para que con premura y sin decaer encontremos los caminos de una autentica revolución, escudriñando en la región de lo posible y hasta lo imposible, dónde están las pistas de ese “Rompecabeza” para redescubrirnos y encontrarnos con nuestra idiosincrasia y nuestro enfoque como pueblo.
“ La historia de la humanidad es la pugna permanente por tomar el poder”, donde su actores tratan de implementar variadas formas de dominación y la activación de acuerdo a su conveniencia de nuevas relaciones sociales, entonces es precisamente allí donde salta el término demagógico y ampliamente manipulado por los politiqueros durante los últimos 40 años de <<>> , Término altamente tergiversado y deformado para etiquetar la dictadura solapada del sistema capitalista – Liberal que nos ha tocado vivir.
¿ A cuantos años luz se encuentra de su origen en Grecia?
Ambas dictadura la de Pérez Jiménez y la seudo democracia estuvieron marcada por mucha sangre y sacrificio (el pueblo siempre cuenta sus muertos, entre sus hijos, padres y hermanos). El 23 de enero de 1958, desde la calle el pueblo reclamó su espacio y participación en el proceso, pero la seudo dirigencia a través de sus partidos políticos secuestraron el rol protagónico del poder popular (ojala no vuelva a pasar), por eso, el sistema que “ellos” decidieron instalar, nunca encontró el espacio para el ejercicio de la democracia con el pueblo, sino a espalda de éste. Tan sólo se le ocurrió crear una <<>> que respondiera a sus caudillos y los intereses de los partidos políticos que se repartieron el botín, crearon un Brontosauro Estatal, Centralista, clientelar, paternalista y deshumanizante.
El clímax alcanzado por este nuevo tipo de dictadura, tuvo el principio del fin con los sangrientos acontecimientos del 27 de febrero de 1.989, luego del acribillamiento indiscriminado por parte del sistema contra el pueblo, ahí comienza, la génesis del proceso de rescate de la dignidad del pueblo venezolano, ocurrido de una manera espontánea el 27 de febrero de 1989, ratificada con las rebeliones Cívico - Militar del 4 de febrero y del 27 de Noviembre de 1.992, así como la realización de distintas asambleas de barrios durante ese mismo año por mucho de nosotros, nos llamaba a la reflexión; era un hecho mas que evidente que el esquema planteado en el Pacto de2 Punto fijo había colapsado.
Nuestro país había sufrido una serie de procesos sucesivos de deformación, manipulación y falta de objetividad que nos había llevado a no poder comprender con aceptable veracidad lo que realmente había ocurrido en nuestra patria.
Nuestra verdadera historia había sido negada y transformada a la conveniencia de los gobiernos de turnos. (Los buitres del poder)
Venezuela atravesaba una situación difícil, no se trataba de algo accidental o transitorio, era el resultado negativo del manejo de la política, y concepciones erróneas de gobierno, mala implementación de sistemas administrativos, que nos había conducido inevitablemente al fracaso ético, moral económico y social.
Ante esta realidad y al muy poco tiempo, Chávez por la vía electoral y con una verdadera avalancha popular logra coronar nuestro propósito. Ese 6 de diciembre los fusiles descansaron (¡Por Ahora!), la incertidumbre y los rumores se silenciaron. Sin embargo, el pueblo nuevamente igual que ayer estamos prestos a jugárnoslas, a dar el todo por el todo, vimos pasar ante nuestros ojos la deformación acumulada durante largos años del poder dominante, la manipulación histórica con fines políticos y la magnificación mitológica partidista, que había logrado mantener a raya a través de la represión y la involución cultural, cualquier mecanismo de organización emancipadora que pretendiéramos con nuestro pueblo, Ese día el status quo perdió su primera batalla.
Precisamente ante este nuevo panorama el poder popular debe estar en la disposición de defender el sacrificio colectivo, en aras de impulsar una auténtica revolución, sin que la misma esté atada a intenciones subalternas, sin pretensiones de transformismo y sin que estén amarradas a cuotas o cúpulas de poder. El soberano ejerciendo su rol protagónico sin endosar, ni hipotecar los cambios de fondo, radicales que el mismo ha de realizar, depende de nosotros que al igual que el 23 de enero de 1.958 no sea secuestrado nuevamente el proceso.
Hoy están descuartizadas las relaciones entre dirigentes y dirigidos, entre estado y sociedad, nos hemos plegado a la inercia y cotidianidad, sin acción racional, debemos ir al encuentro de una nueva dinámica social, para desde ahí construir mecanismos que nos permitan avanzar en este complejo proceso y comprender la coyuntura nacional existente.
Los nuevos tiempos exigen invertir en la democracia de partidos por una democracia de ciudadanos, de comunidades, ejercida por el pueblo. Una señal del éxito o fracaso que debe lograrse en este proceso de revolución, consiste precisamente en la participación y capacidad de recuperación del poder de convocatorio y participativo popular.
El pueblo debe definir en estos días por venir, el régimen político que aspira y el tipo de estado que anhela y sueña, pensar de que manera se ha de articular, el tipo de sociedad o la manera institucional de su ejercicio, logrando la consecución de una organización social humanista- comunitaria, pareciera que hoy estaríamos abriendo cauces para que el pueblo defina espacio para su participación y ejercicio de su gobierno.
Considero que la nueva organización social debe estar cimentada sobre las comunidades, la parroquia, los barrios, buscando el establecimiento de un sistema donde como lo señalaba Kleber Ramírez R. “Las comunidades adquieran poderes de estados”, pareciera ser esta la senda de una nueva alternativa verdaderamente revolucionaria para ser ejercida por el soberano. Si construimos una nueva sociedad desde el barrio, la parroquia, la comunidad esta debe estar sustentada en la politización del ciudadano.
Ramses A. Reyes
Nota: Este documento fue escrito
y publicado el 10–12-1.988 a tan
solo cuatro días del triunfo arrollador
del Presidente Hugo Chávez.
[1] Kléber Ramirez Rojas